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martes, 13 de mayo de 2008

Memorias seminario 2008

IV SEMINARIO DE COMUNICACIÓN COMUNITARIA, ALTERNATIVA Y POPULAR EN EL VALLE DE ABURÁ.
8 Y 9 DE MAYO.

La cultura, del modelo que constriñe a la posibilidad del cambio.
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Por César A, Tapias
Sociólogo (UdeA), Candidato a Magíster en Antropología Social (UN)

I
Los Ashanti en Ghana, creen que la persona es según dos principios: el Kra, la parte estable y el Sunsum, su capacidad de actuar y relacionarse.

Los tibetanos, consecuentes con su idea de la reencarnación, liberan las almas de sus muertos cuerpos, entregándoselos a las aves de rapiña... y con cantos acompañan el alma para que se aloje en otro materia... y buitre como danzando se les come las entrañas...

Se estima que en la prehistoria existían unas 140 mil lenguas en tanto que en el mundo moderno actual se identifican aproximadamente 6 508. De estas últimas, 208 (3% del total) son habladas por 95% del total mundial de hablantes, en tanto que 6 300 (95% del total de lenguas en el mundo) son habladas por 5% de los hablantes mundiales, muchas de estas últimas están en peligro de extinción.


* Esto es un Vasco que va a casarse y le dice a su padre:
- Padre que me caso con una chica de Madrid y no se que es lo que tengo que hacer.
- Ayva la Ostia!!! no me digas hijo. Nada, no te preocupes, yo te asesoro. Lo primero que debes hacer es salir a la calle e invitar a todo el pueblo, para que vea que los Vascos somos GENEROSOS. Luego vas y alquilas la mejor habitación del mejor hotel, para que vea que los Vascos somos ELEGANTES. Luego la subes en brazos hasta la habitación; todo el rato en brazos, para que vea que los Vascos somos FUERTES. Luego la desnudas muy despacito, muy despacito, para que vea que los Vascos somos GALANTES. Y luego te echas cuatro pajas, para que vea que los Vascos somos INDEPENDIENTES!

II
La cultura es un concepto que se refiere a las relaciones entre los unos y los otros. El conjunto de estas relaciones, representadas e instituidas, se presentan al mismo tiempo bajo una la dimensión simbólica y otra concreta. Por ejemplo, somos colombianos, y enarbolamos la bandera en una fiesta patria como la del 20 de Julio, como cuando juega la selección de fútbol. A pesar de eso, algunos colombianos son de raza negra, otros son de alguna etnia indígena, y no todos practican la religión católica. Entre los colombianos hay unos muy jóvenes y otros bastante adultos; unos son o han sido punketos, y otros hoppers; la mayoría de los colombianos parece ser uribistas, o sea, de derecha; otros tantos -no muy pocos por fortuna somos de izquierda; pero más importante aun, no todos somos hombres, también hay mujeres, y hay algunos que hablan de un tercer género. Somos empleados, somos hijos, somos seres humanos... o sea, entre las relaciones posibles entre nosotros, podemos encontrar unas relaciones de filiación, de alianza o de poder.

El objeto de investigación antropológica por excelencia es el estudio de relaciones simbolizadas e instituidas entre personas configuradas o posicionadas de una manera que puedan tomar forma dentro de contextos específicos. Mi tesis de maestría por ejemplo se ocupa de una familia, inserta en el mercado de las drogas ilegales, y con serias dificultades dada la violencia que les rodea. Aquí hay pues unas personas: padre, madre, hijos, nietos, amigos... pillos, drogos, jíbaros, policías, antropólogos, mucamas... y hay unas relaciones entre ellas.... de compra, de persecución, de amor... y seguro, también hay unos modos de comunicación sobre la base de señales y símbolos: como las palabras y los gestos, con los que este grupo social construye un sentido. Este sentido social es base de la cultura.
Para el caso colombiano, como nación, como colectividad, como sociedad.... llama la atención de historiadores y sociólogos que se preguntan por la cultura del país, que una vez alcanzada la independencia de España los criollos no fueron claros en proponer la refundación de una nueva sociedad... Muchos años después Miguel Antonio Caro, el espíritu inspirador de la constitución de 1886 sostenía que la madre patria seguía siendo España, y con eso todos sus valores, como los religiosos por ejemplo. Y el que la educación sea encomendada a la Iglesia Católica en 1887, no sólo da cuenta de ello sino que va a traer consecuencias en la definición de los valores culturales de la futura sociedad colombiana del S XX. Las relaciones entre unos y otros tendrán un sentido específico.

III
En los años cincuentas y sesentas la noción de cultura se representaba como un sistema de restricción intelectual que encierra al individuo dentro de un juego de relaciones previas a su existencia. De este modo el individuo solamente percibe su propia identidad dentro y a través de la relación con los demás; las reglas de construcción de esta relación existen siempre con anterioridad. Por eso vamos a la escuela y nos hablan del 20 de Julio, izamos bandera, entonamos el himno... nacemos y la cultura nos pre-existe, es un modelo al que nos acoplamos.

Así, el individuo es un sujeto alienado por el sistema, el yo existe en relación con el prójimo. El sistema es el que otorga un sentido a los acontecimientos de su vida como individuo. El sentido social del que hablamos, no es metafísico ni trascendente, sino la relación social en sí misma.

Pero, nuevamente, en nuestro caso, y el de todos los pueblos americanos conquistados y colonizados por España, el sentido social si es metafísico: nos han dicho que esas relaciones entre los seres humanos están mediadas totalmente por una voluntad divina, que los permite. A quien hay que agradecérselo constantemente, y que además a veces nos censura... en el principio la sociedad humana cuando no entendíamos el porqué de los rayos, nuestros antepasados pensaban que los dioses los castigaban enviándoselos... pero con el tiempo descubrimos las leyes físicas que determinan las descargas eléctricas que eventualmente puede costarle la vida a alguien; ya no podríamos decir que fue un castigo de Dios por qué se portó mal con su esposa sino que... que tan de malas, aunque muchos dirán que se murió porque dios los quiso así, y le cayó un rayo.

Claro que hay sociedades que no han entregado la voluntad del el intercambio entre seres humanos a un dios, y son precisamente sociedades no católicas, que por vías muy distintas entraron a la modernidad. Su sistema de restricción era, y es una sociedad donde la Iglesia no ha sido tan preponderante en las decisiones sobre los individuos y sus relaciones sociales. Los anglosajones muy influenciados por el protestantismo, que significó la traducción de la Biblia, el conocimiento allí consignado y su libre distribución e interpretación... ello les permitirá pensar que el centro la relaciones entre los seres humanos no era de origen metafísico... y por eso para ellos el placer y la felicidad son partes primordiales de la definición entre unos y otros, sin duda es una visión materialista por que la felicidad y el placer podrían ser gracias al enriquecimiento que también promueve ese tipo de sociedad.

Entre nosotros era (y aun lo es) muy importante ser un buen religioso, mientras que entre los nórdicos siempre ha sido muy importante ser un buen ciudadano, porque a la hora de facilitar las posibilidades del enriquecimiento, las relaciones entre unos y otros están determinadas por los acuerdos básicos de respeto entre personas y que van a regular los intercambios económicos, eso también es cultural porque el trueque entre los indígenas, como el intercambio a través del dinero entre los europeos, son formas específicas de representar las relaciones, en este caso económicas de unos grupos. Entre nosotros, como nuestro sentido si es metafísico, nos importaba ser mucho más cristianos que ciudadanos, y hacerle trampa al otro en las transferencias económicas, o no respetar el fisco público por ejemplo nunca ha estado mal, ni contradecía el ser un buen religioso, de ahí lo que a muchos escandaliza: el sicario o el ladrón, el parapolítico q se santigua para que le vaya bien... y aún tumbando a los demás, el delincuente recibe la comunión, como en las mafias sicilianas... no en vano nuestro origen es latino; no sajón o bárbaro, digo bávaro.

Ser ciudadano, se reduce pues a aceptar un determinado número de principios y regular la conducta privada y publica a partir de lo que digan tales principios. Nuestros principios han sido religiosos, -no olvidar que ha sido la iglesia la encargada de “civilizar” a los indígenas... y bajo esa lógica, nuestro transito hacia la contemporaneidad no ha sido de ciudadanos a consumidores: como en las sociedades del primer mundo. Las identidades por el consumo, o las subjetividades resultes del consumo cultural, por recepción de medios, están por encima de las identidades de nación o etnia...pues no ha sido habito nuestro la práctica de una ética cívica, sino una religiosa de almas blancas y negras, malas y buenos.


IV
Marc Augé (2005) corrige esa postura estructuralista de la cultura como molde que se nos impone proponiendo la idea de la tensión entre el sentido, entendido como el conjunto relaciones entre individuos, y la libertad, o la iniciativa individual que puede ejercer cada sujeto. Es decir, un sujeto puede apartarse de su entorno cultural. Un colombiano emigrante a la India puede hacerse hindú y vegetariano... del mismo modo que cualquier persona puede aprender una segunda lengua.

En el caso de la violencia o la capacidad que tiene cada sujeto de agredir al otro, debe estar restringida en tanto tipo de relación, por la sociedad. Este es un ejemplo del sentido social como una alienación en tensión con la libertad. Tengo capacidades de agresión pero estas están reguladas por un mandato externo que me obliga a. En todas las sociedades hay cosas que el sujeto no puede hacer; claramente hay otras que sí. Se dice que la primera prohibición es el parricidio y luego el incesto. En las relaciones entre seres humanos hay unos acuerdos, que a veces institucionalizan, haciéndose leyes; pero que además siempre están representados, simbolizados, asignados. Las normas de transito, las señales entre los sordos mudos...

Clifford Geertz define la cultura como un programa, como un software, como un recetario... que si la combinamos con la idea de Augé sobre la tensión, nos permitiría plantear que la acción social diaria es también parte de la cultura. Pero es necesario aclarar, y de paso criticar ciertas definiciones erradas de la cultura cuando esta es la acción diaria. La cultura no es únicamente un conjunto de hábitos, esto es, la cultura de la muerte, la cultura metro... o sea, la cultura no es solamente la línea amarilla en tanto signo, sino el comportamiento que ella designa: es decir la acción de transitar para tomar el metro, es una acción regulada a través de una seña; de igual modo, la cultura no es que aquí todos estén armados (aunque sea de un corazón grande o q tengamos un paraquito en el corazón) sino nuestra actitud de eliminar al otro, casi siempre físicamente.


V
En el contexto de este seminario sobre Comunicación alternativa, comunitaria y popular, la cultura bajo esta definición, tanto receta como modo de comer, tanto norma como comportamiento, es central ya que es indiscutible el papel de los medios masivos de comunicación a la hora no sólo de poner en circulación unos bienes simbólicos como la hamburguesa o las tetas grandes, sino de imponer un sistema de significaciones y unos modos de entenderlos. Aquí los medios son consecuentes con una idea de la cultura bajo un sistema restrictivo, pues no median sino que imponen una visión. Pero no podemos generalizar, contra diríamos una definición moderna de la cultura. Hay pues claras excepciones..... hay sujetos receptores activos y críticos de sus consumos; pero sobre todo hay medios que los facilitan. Señal Colombia & radionika -únicas cosas buenas de este para-gobierno, son medios de comunicación que celebran la diferencia. Esto es la tensión de la que habla Augé. La tele me dice que el mundo es negro; pero yo tengo como pintarlo. O mejor, a pesar del intento de homogeneización de los medios, hay sujetos inteligentes que no permiten el triunfo de ese proyecto. El canal público, muy acorde con los mandatos de la carta magna de 1991, una versión moderna de nuestra sociedad... allí y sólo allí, como no en RCN o Caracol, es posible ver los rostros del país incluso en programas hechos en Bogotá. En este canal se ven personas de los llanos, de la guajira o del chocó, personas e historias, lo que permite pensar que la historia y la cultura de Colombia no son dos cosas singulares, totales o únicas así como no hay una música colombiana y no todos son católicos. Radionik por su parte, es una estación que plantea que ni la juventud es homogénea, o sea, no hay un tipo de joven... la juventud no toda es una rockera, es heterogénea como sus gustos... así Colombia esta llena de culturas como de músicas.

Hasta hace poco creíamos saber de qué estábamos hablando cuando nombrábamos dicotómicamente lo tradicional y lo moderno, pues mientras la antropología tenia a su cargo las culturas primitivas; la sociología se encargaba de las modernas. Lo que implicó dos opuestas ideas de cultura: Para los antropólogos cultura es todo, el hacha como el mito, la maloca como las relaciones de parentesco, el repertorio de las plantas medicinales o el de las danzas rituales; para los sociólogos cultura es sólo un especial tipo de actividades y de objetos, de productos y prácticas, casi todos pertenecientes al canon de las artes y las letras.

Pero hoy, tal separación, aquella doble idea de cultura se ve “emborronada”, de una parte por el movimiento creciente de especialización de lo cultural, ahora organizado en un sistema de industrias productoras de bienes simbólicos dirigidos a sus públicos consumidores (J.J.Bruner), que es lo que hace la escuela con sus alumnos, la iglesia con sus fieles, la prensa con sus lectores o la televisión con sus audiencias. Y de otra parte, la cultura vive un movimiento radicalmente opuesto, un movimiento de antropologización mediante el cual la vida social toda deviene, se convierte en, cultura. Hoy son sujeto/objeto de cultura tanto el arte como la salud, el trabajo como la violencia, y también hay cultura política, y del narcotráfico, cultura organizacional y cultura urbana, juvenil, cultura de género, profesional, audiovisual, cultura científica, tecnológica etc. Parece pues que hay muchas culturas, y lo fundamental de esto, y quizás lo único importante, es la diferencia, la pluralidad, la heterogeneidad.

VI
¿Donde más celebrar la diferencia o la tensión entre sentido y libertad sino en los medios comunitarios y alternativos? esto cuando no pasan los mejores capítulos de los Simpson o retransmiten el noticiero de las 12,30 de los canales privados. Un canal o una emisora que desde su pueblo, su barrio o su escuela transmita señales... con lo primero que juega es con lo que tiene, transmite sus valores y sus creencias, con voces y acentos propios... igual que lo hace el cine gringo. Hollywood ha sido la industrial cultural por excelencia en tanto produce, exporta y posiciona en el mercado valores que aunque norteamericanos, los propone como universales, la democracia por ejemplo. O la dominación como proceso de comunicación. Un medio alternativo no con la misma capacidad de difusión que CNN o Caracol, pero con iguales pretensiones, habla desde sus propios modelos de significación y por eso es alternativo. Diferente.

Aquí, este tipo de tensión que da lugar a la diferencia y al cambio... es crucial para comprender además la relación entre lo local y lo global que determina a las culturas en la contemporaneidad. Aun tratándose de medios para nada masivos, poner en circulación unos mensajes a la maneras de aquí en un medio de comunicación, de forma tal que lo entiendan allá, es participar de la globalidad, viendo esta como un entramado de partes desiguales apenas conectadas precisamente por los medios.

VII
la globalización pone en marcha un proceso de interconexión a nivel mundial, que conecta todo lo que instrumentalmente vale –empresas, instituciones, individuos- al mismo tiempo que desconecta todo lo que no vale para esa razón. Este proceso de inclusión/exclusión a escala planetaria está convirtiendo a la cultura en espacio estratégico de compresión de las tensiones que desgarran y recomponen el “estar juntos”, y en lugar de anudamiento de todas sus crisis políticas, económicas, religiosas, étnicas, estéticas y sexuales. De ahí que sea desde la diversidad cultural de las historias y los territorios, las experiencias y las memorias, desde donde no sólo se resiste sino se negocia e interactúa con la globalización, y desde donde se acabará por transformarla. Lo que galvaniza hoy a las identidades como motor de lucha es inseparable de la demanda de reconocimiento y de sentido7. Y ni el uno ni el otro son formulables en meros términos económicos o políticos, pues ambos se hallan referidos al núcleo mismo de la cultura en cuanto mundo del pertenecer a y del compartir con.

VIII
Desde los orígenes de la televisión en Colombia se presentó el dilema entre la tendencia hacia lo cultural o hacia lo comercial. La televisión, como estaba planteada en sus inicios, debía tener una misión muy enfocada a lo cultural como lo culto, que en la década de los cincuenta era entendida como la necesidad por parte de la elites intelectuales de alfabetizar e ilustrar , a la mayoría del pueblo colombiano, que no conocía las riquezas del conocimiento forjadoras de cultura que brindaba el entorno mundial, y que ahora podía estar al alcance de las manos por medio del televisor.Por su parte, lo comercial se entendía como la contraposición de lo cultural, aquello que viciaría el objetivo cultural y educador de la televisión con las lógicas de producción capitalista, y su relación con la publicidad, convirtiendo al medio de comunicación en una instrumento publicitario, relegando la tarea de culturizar a las masas incultas de la nación, entonces el debate volvía a ser entre lo público y lo privado.

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Lo cultural y lo multicultural no pueden entenderse sin entender a la sociedad como relaciones de poder entre los distintos sujetos sociales (Foucault, 1991; Bourdieu, 1998). Por cultura se ha entendido también las clasificaciones de lo cultural derivadas de las necesidades de determinados grupos en la sociedad. A través de estas clasificaciones, lo cultural es objeto e instrumento del poder (Bennet, 1992). Otras definiciones de cultura alternativas a la hegemónica se refieren al producto del hacer humano con valor simbólico de acuerdo con los significados y representaciones de grupos humanos en la sociedad (Featherstone y Lash, 1999; Canclini, 1984). Estas definiciones implican también relaciones de poder en tanto que la construcción de valores y representaciones se realiza en el tejido social. Una manera alternativa de pensar la cultura nace de dos características humanas: su esencia emancipatoria y su necesidad de identidad. Estas características humanas le permiten al sujeto social resistir y confrontar las imposiciones del poder, construyendo y transformando nuevos sistemas de valores, conocimientos, representaciones, significados y prácticas a partir de lo cultural se da en forma de identidades culturales (Giménez 1996). Esta es la razón que alienta muchos medios alternativos. CONSTRUIR Y TRANSFORMAR.