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miércoles, 14 de mayo de 2008

Cine- Ojo

Cine-Ojo
Visión de un drama cotidiano en el Cine Colombiano.
mequierohastaelcielo@hotmail.com

Julieth Marín.
Rodrigo D. No Futuro (Víctor Gaviria, 1988) se concentró en la intimidad de
personajes registrados con tono documental, descubriendo en la ciudad de
Medellín un mundo que hasta entonces era visto como el tema de noticias
que seguían el viejo lema periodístico: “si sangra, vende”. Años más tarde,
la tradición que fue surgiendo para observar la ineludible sordidez que de-
fine en gran parte a Colombia, redescubrió a Bogotá con una historia policíaca:
La gente de La Universal (Felipe Aljure, 1995). Al impacto que abrumó
la moral conservadora cuando vio Rodrigo D. , siguieron las imágenes
de Aljure que tuvieron un efecto no menos contundente aunque atenuado,
en cierta forma, por tratarse de una historia ubicada mucho más en el ámbito
de la ficción que en un registro inmediato y testimonial de nuestro caos.
Cuando se estrenó La vendedora de rosas (Víctor Gaviria, 1998), el testimonio
se matizó por la alternancia entre el drama y las situaciones en las que
se revela un panorama desolador y sobrecogedor que salva momentáneamente
a los personajes y explica su fragilidad en el mundo -la vendedora le
pregunta a un niño en la película: “¿Qué hizo los zapatos que le regalé?”,
respondiéndole su amigo: “Para qué zapatos si no hay casa”-. Un tercer
largometraje prolongó el nuevo estilo: Soplo de vida (Luis Ospina, 1999).
El formato del cine policíaco expresó (como en La gente de la universal),
hasta qué punto vivimos en una realidad cercana a la ficción, alucinada donde
todos somos detectives y todos, sin saberlo, podemos ser las víctimas.
El cine retrata los temores de su público, sus fantasías y las pesadillas
más terribles que se viven en una realidad devastadora. El diálogo que
tienen las películas con su audiencia permite que esa misma realidad sea
comprendida con más y mejores argumentos. Colombia y sus vergüenzas
han hecho de esta geografía, de manera accidental, un lugar fílmico
por excelencia: pocos países se obsesionan tanto con su imagen en el
exterior aunque la casa, de puertas para adentro, sea un caos. Felizmente,
a la publicidad engañosa se contrapone la sinceridad de ese mismo
país reinventado en sus películas, advirtiendo cómo, ignorar la historia
y sus pesadillas, es otra forma de perder la guerra y volver a repetirlo.

Grupo Editorial
Dirección.
Gloria Correa
Comité
Editorial.
Gloria Correa.
Julieth Marín.
Redacción.
Paula Cardona.
Julieth Marín.
Juliana Agudelo.
Gloria Correa
Fotografía.
Juliana Agudelo.
Julieth Marín.
Gloria Correa.
Realizado para
Producción de
Prensa con asesoria
de Ancizar
Vargas.

Editorial
A finales de los años ochenta, el cine colombiano
y las circunstancias de un país agobiado por los cambios que impusieron los poderes
paralelos al poder tradicional -los padrinos de la mafia, la guerrilla y los paramilitares que irían conquistando posiciones cada vez más invulnerables-,
transformaron la visión de nuestro drama cotidiano y su reflejo en la pantalla.

¡Te invito a cine!
El señor Luis Alberto Álvarez, crítico y escritor
señala que: “...los que escribimos de cine en el país estamos clamando por un
cine que sea vehículo y reflejo de la realidad nacional, un cine con colombianos de
carne y hueso, tridimensionales y no caricaturas de pueblo…””como cinéfilo ¿qué
piensa sobre este argumento, en el qué los colombianos sólo buscan popularidad e
imagen? O en cambio ¿Se está buscando historias reales y cotidianas para proponer
cambios de actitud y encontrarnos con un desarrollo integral de las ideas, desde la
diferencia mostrada en la pantalla grande? El hecho es que el cine para muchas
personas es un plan más; es otra forma de diversión y de pasar el tiempo.
Pero en Colombia es más que eso.

Aquí, el cine ha tenido un proceso que ha permitido la progreso de las masas y ha
sido el reflejo de una serie de acontecimientos que han marcado la historia nacional.
Ante esto, cabe decir, que la introducción del cine al país se ejecuta poco después de la Guerra de los Mil Días, por lo que la historia nos cuenta que las primeras producciones tienen que esperar hasta el final del conflicto civil; en este entonces el cine proyectaba paisajes y momentos de la vida nacional y la exhibición de películas extranjeras.
En Bogotá se presentó la primera película documental “El drama del quince de Octubre”
que cuenta el asesinato de Rafael Uribe Uribe, desatando con ella una gran controversia.

Películas Colombianas…
Si usted es de los que piensa dos veces antes de ver una película colombiana, puede
considerar que en la actualidad se ha generado un cambio de 360 grados, puesto
que ahora se cuenta con talento artístico, presupuesto para buenas producciones
y libretistas reconocidos y dedicados que proponen calidad y éxito; actitud que
sobrepone a lo que ocurría hace algunos años con la producciones colombianas.
Cabe mencionar que algunos críticos clasifi- can al cine colombiano en “Cine Comercial” y/o “Cine de Consumo” debido a la forma en la que ha entrado la producción cinematográfica al país. La verdad, es que se juzga de manera dura y fuerte lo que se presenta, puesto que se tiende a caricaturizar la realidad,
y se crea un referente de identidad, lo cual aleja los deseos de los espectadores
de ir al cine, debido a la copia de la realidad que está sometida al imaginario de quien piensa en asistir a una sala y ver no una fantasía, que elimine de toda mente la presión social a la que se somete durante 24 horas los 365 días del año, si no un complejo mundo que le recuerde el horror en el que vive.
Es por esto, que en la actualidad los cineastas, productores y actores le apuestan a producciones que salgan de lo cotidiano y permitan llenar salas y agotar taquillas, gracias a películas que eleven la sociedad, y que puedan ser consideradas, en ocasiones, cortinas de humo por su contenido fantástico.
Paula Andrea Cardona T.
afmicomunicaciones@yahoo.es
Colombia
Visión Independiente
Para aclarar dudas acerca la Historia del
cine en Colombia referirse a Luis Alberto Alvarez.
en el texto Paginas de Cine Volumen

1. CINE CLUB- FUNLAM.
“Vamos a buscar que la gente se motive con los ciclos que vamos a hacer por ahora cine latinoamericano, colombiano y trabajar con más gente para que el cineclub
sea de los estudiantes, para que ellos puedan trabajar con el presupuesto que viene para el próximo semestre se puedan hacer actividades, seminarios y que sea realmente
un cineclub para gente apasionada por el cine.” Comenta Jader Cartagena, director del cineclub de la FUNLAM, de forma angustiante ante la aislada asistencia de los estudiantes de la Fundación Universitaria Luis Amigó al cine-club, que semestralmente se programa con el fin de crear en los estudiantes
una cultura academica, que contribuye en la formación de criterios universales.

El para qué del Cine-club.
La importancia de la creación de los cineclub, en ciudades como Medellín, radica
en el fortalecimiento del espiritu observador que debe tener cada persona al estar
en contacto con una sociedad, que rodeada por problematicas sociles busca encerrarlas
en un espacio como el cine; elemento que facilita la construcción de imaginarios.
En la FUNLAM, el cine-club funciona con una herramienta totalmente alejada de
esto propositos, pues el público al que se ha dirigido siempre tiene una excusa para
su ausencia, hecho que produce al taller un cierre de espacios por la falta de acogida y compromiso de los estudiantes.


...A partir del Cine...
“...Aquí se les da todo, pero es que todo es todo, para montar un cineclub que sea de ellos los estudiantes no yo, ¿es que yo para qué?, a que me van a invitar a Cartagena a Bogotá, en cambio ustedes pueden tener eso, a mi me invitaron ahorita del Colombo y yo no pude ir porque estaba en una reunión...” En esta medida, cabe asegurar que el cineclub, más que un espacio para ver peliculas, es una plaza de encuentros con la sociedad moderna que vale la pena conservar, puesto que contribuye al entender y comprender, y el cierre, o más bien, el no aprovechamiento
de estos espacios genera un vacio que en muy pocos lugares se puede encontrar nuevamente, además por que el popular de la gente generalmente convive con lo comercial y no ve más allá de sus narices, más allá de su campana espacial, y no se atreven a interpretar consecuencaias sociales llevadas a la pantalla grande, de forma independiente, con el fin de mantener en la memoria de la humanidad hechos imposible de revivir.
Cartas en el asunto.
Para no desechar espacios, la Dirección del Cine-club FUNLAM, optó por continuar
promoviendo este espacio de una forma repetitiva y prometedora, asegurando
que mantendran los horarios y buscaran que la gente se motive y asista a los
encuentros de forma constante y masiva.
Encuentro de ideas: Cine-Club Funlam.

Funlam
Gloria Lucía Correa López.
gloluco@hotmail.com

Cine-Ojo
Mantener siempre el horario, promoverlo más en los salones, ahora nos unimos con psicología. Vamos a buscar que la gente se motive con los ciclos
que vamos a hacer por ahora cine latinoamericano, colombiano y trabajar con más gente
para que el cineclub sea de los estudiantes, para que ellos puedan trabajar con el presupuesto que viene para el próximo semestre se puedan hacer actividades, eminarios y que sea realmente un cineclub para gente apasionada por el cine”
Jader Cartagena, Director del Cine-club de la Fundación Universitaria
Luis Amigó.
Viisión Independiente.

Recomendado
Producción Colombiana para el mundo.
Juliana Agudelo Zapata.
julijoh@yahoo.es
La adaptación de novelas literarias en
rodajes cinematográficos no siempre
alcanza los mejores resultados. El trabajo
de los directores es indispensable
para que la producción llegue a un punto
que deje al espectador involucrado con
la película. Este es le caso del director
colombiano Simón Brand, quien basándose
en la novela de Jorge Franco,
hizo una película fiel a la obra original.
La obra de Jorge Franco fue publicada
en Colombia en agosto de 2001. Tuvo
una gran aceptación dentro de los lectores
por mostrar de manera precisa el
éxodo de inmigrantes colombianos hacia
Estados Unidos en busca de un mejor
futuro. La novela muestra la realidad
de ser ilegal, representando en situaciones
cotidianas lo que vive una pareja
de adolescentes en una constante bus-
Los protagonistas de la novela, Reina y
Marlon, dos jóvenes antioqueños, quienes
emprenden una travesía cruzando
por el hueco (Río Grande), tienen que
afrontar diferentes adversidades en un
mundo totalmente desconocido y ajeno.

“Paraíso Travel” cuenta una historia
colombiana de amor que no tiene
nada que ver con violencia, guerra, ni
narcotráfico. Marlon, una persona que
llega sin nada a un país desconocido
y sufre un choque cultural tremendo.
Jorge Franco . Director de la reciente
peícula Paraiso Travel.
Tomado de: http://www.bibliotecapiloto.
gov.co/bib_autor/noticias/
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